Topanga Sparks
- Las drogas,
Luke, ¡las putas drogas! - exclamé cuando
Savannah y yo llegamos hasta donde se encontraban el cuarteto maravilla. - Nunca tomes, ya sabes lo que pasa. Después te dejan como a
Savy -sonreí de oreja a oreja, pestañeando al mirar a mi hermana gemela, lo que me hizo ver también a
Lionel Fisher.
Hacía un año que habíamos empezado a grabar Verona Beach, pero el ambiente seguía como si fuera el primer día.
Hellen estaba tan cabreada como siempre,
Savannah seguía pidiendo droga y
Lionel no dejaba de mostrar sus encantos físicos donde quiera que estuviese. Y es que el patriarca
Montesco era uno de los hombres más sexys que había podido pisar ese plató.
Sin poder evitarlo me senté sobre sus rodillas y le eché las manos al cuello, alzando una ceja y cruzando las piernas.
- Ohhh,
Lionel. ¡Qué buenorro te has puesto este verano! -exclamé, pasándole una mano por el pelo negro- ¿Cuándo sucumbirás a la tentación y me harás una visitá clandestina a mi camerino?
Haciendo un pequeño kit-kat me giré hacia
Maddie echando la cabeza para atrás. Con su cara al revés pude ver como sonreía, observando la escena divertida.
- No te pongas celosa,
Maddie. En el fondo solo te quiere a ti.
Me volví de nuevo hacia
Lionel.
- Y no te preocupes por el problemilla de la edad -le guiñé un ojo-.
Luke es muy liberal.